Como todos sabemos, el pasado 23 de junio Reino Unido aprobó mediante referéndum (con un 51,9% de votantes a favor) su salida de la Unión Europea. Este hecho ha desatado la incertidumbre, tanto entre los británicos, como en el resto de países europeos, inquietos ante las posibles consecuencias que tendrá para los ciudadanos británicos y para el resto de europeos, tanto en lo que respecta a la libre circulación de personas como de mercancías.
De momento, sabemos que el mero anuncio del triunfo del Brexit ha tenido un fuerte impacto económico y político. A las dimisiones de David Cameron, primer ministro, y Jonathan Hill, comisario europeo de Estabilidad Financiera, Servicios Financieros y Mercado de Capitales, tenemos que sumar la reacción de los mercados, con la caída de la libra esterlina y de las bolsas internacionales. Como vemos, la noticia del Brexit ha caído como un mazazo. Pero, ¿qué consecuencias puede tener la salida de Reino Unido de la Unión Europea para las empresas de logística y, en general, para todas las compañías que importan o exportan productos?
Plazos y consecuencias del Brexit para la logística
El proceso de desanexión de Reino Unido de la Unión Europea no será rápido, sino que, previsiblemente, llevará un cierto tiempo, debido a los acuerdos a los que tienen que llegar Reino Unido y el resto de países. Según el Tratado de la Unión, en su artículo 50, cuando un Estado miembro solicita voluntariamente su salida de la Unión Europea, debe iniciar el proceso notificando su decisión al Consejo Europeo. Después de esto, se inicia un plazo de dos años en el que se deben acordar las condiciones por las que ese Estado abandonará la UE, estableciendo qué tipo de relación tendrá con los países miembros de la Unión en el futuro. Tras la negociación, se firmará un tratado internacional que ratificará todo lo acordado.
Las consecuencias para el sector logístico, aunque aún no las conocemos, no parecen ser muy halagüeñas. En principio, todo dependerá de las negociaciones entre la Unión Europea y Reino Unido; de lo que se acuerde en ellas, se derivará un nuevo marco legal, que indicará cómo serán las transacciones a partir de ese momento. Reino Unido tiene un gran volumen de exportaciones e importaciones con el resto de Estados europeos, por lo que cualquier cambio sobre el actual modelo afectará económicamente a numerosas empresas y actores del sector. Los expertos señalan varios puntos que probablemente cambiarán cuando UK esté fuera de la Unión:
- Restablecimiento de las aduanas para el movimiento de personas y mercancías entre Reino Unido y la Unión Europea; será necesario establecer nuevos acuerdos para la importación y exportación.
- Nuevos aranceles, lo que repercutirá en el precio de las mercancías.
- Mayor burocratización de los procesos de importación y exportación.
- Ralentización de los transportes, al tener que pasar por más trámites en las fronteras.
Sin embargo, no debemos ser pesimistas, sino empezar a desarrollar estrategias en el caso de que tengamos movimientos frecuentes de mercancías hacia o desde el Reino Unido. A la espera de saber cuál será el marco legal que regirá el movimiento de mercancías, anticiparnos a las consecuencias y trazar un plan frente a estos nuevos retos, nos ayudará a que esta nueva realidad nos afecte lo menos posible.