En un mundo en el que todo está conectado y donde un mensaje, que antes tardaba días en llegar, es recibido en milésimas de segundo, no es de extrañar que el comercio requiera un servicio lo más rápido posible y para ello se está desarrollando el uso comercial de los aviones de forma generalizada.
Este tipo de comercio comenzó en los primeros años del siglo XX. El primer trayecto de mercancía por vía aérea se realizó en 1910 en Ohio para transportar 200 libras de seda. Este vuelo fue el más largo recogido hasta la fecha, con una duración aproximada de 57 minutos.
No obstante, el primer vuelo comercial internacional no se realizaría hasta que en 1914 Tony Jannus recorrió la distancia entre San Petersburgo (Rusia) y Tampa (Estado Unidos). La evolución de este tipo de vuelos se vería estancada debido a Primera Guerra Mundial.
En los años 20 se hicieron varios intentos para desarrollar el comercio aéreo, sin embargo, no sería hasta los años 30 cuando realmente se diese el gran paso en este sector. Viajes, como el que realizó Charles Augustus Lindbergh cruzando el océano entre América de Europa, dio un impulso a este tipo de comercio.
El desarrollo de los medios de transporte también ayudó a este desarrollo. Así, en 1958 las aerolíneas británicas presentan el avión a reacción, un aparato aéreo propulsado por motores de reacción; esto es, empezaron a utilizar turbinas de gas como modo de empuje. Diez años después surcaría los cielos el primer avión con cuatro motores, de gran capacidad: el Boeing 747.
Las características y ventajas de los aviones de mercancías
Mantener un avión de grandes proporciones es mucho más costoso que mantener un camión o un tren. Entonces, es lógico empezar a plantearse qué beneficios tiene el transporte aéreo con respecto al resto de transportes. Y el principal es el tiempo, mejor dicho, el ahorro de tiempo que supone llevar un producto desde el origen a su destino.
Las dimensiones de un avión de mercancías pueden variar según su modelo. A modo de ejemplo, el Boeing 737 tiene un volumen de 15 metros cúbicos y una capacidad de carga de 2 toneladas, mientras que el Boeing 777-200 tiene un volumen de 83 metros cúbicos y una capacidad de 18 toneladas. Ambos aviones son enormes, pero sus dimensiones y tonelaje no tienen nada que ver.
Lo que sí tienen en común los aviones de carga es que suelen estar provistos de puertas de mayores dimensiones (comparándose con las medidas de un avión estándar) para facilitar la carga y descarga de las mercancías. A veces, dicha carga es transportada en aeroplanos mixtos que transportan también a pasajeros.
Todos los aviones que transportan mercancías exclusivamente tienen la parte central (o fuselaje) más ancho que el de las aeronaves comerciales para albergar toneladas de carga y un amplio número de ruedas para poder aterrizar en aeropuertos de distintas características. Por último, como norma, estos aviones disponen de varias puertas de entrada de mercancía, incluso en parte trasera, y por eso la ubicación de las alas y de la cola se encuentra situada a mayor altura de lo normal para facilitar la carga y descarga.
Gran capacidad de almacenaje y rapidez
Muchos de los productos que se transportan son perecederos o de alto valor, por ello, la alternativa de transporte más viable es el avión. ¿Por qué? Principalmente porque es el modo de transporte más rápido que existe, y capaz de recorrer largas distancias en poco tiempo. Además, es posible hacer envíos de mercancías a zonas de difícil acceso.
Transporte aéreo de mercancías hoy en día
Si lo comparamos con el transporte marítimo, el transporte aéreo se ve relegado a un segundo plano. No obstante, gracias a las empresas de envíos exprés la tendencia empieza a cambiar poco a poco y el del transporte de mercancías aéreo se contempla como un mercado en alza.
Ya desde los años 90, surgió un gran número de empresas de paquetería exprés. Con el crecimiento de internet y del comercio electrónico los pedidos de largas distancias han ido aumentando y con ellos, el transporte aéreo, para llegar a su destino lo antes posible. De hecho, las previsiones apuntan a un crecimiento sostenido del transporte aéreo de mercancías del 5-6%, de manera que en 12 o 15 años se duplicará la mercancía movida en rutas aéreas.
En nuestro país, los datos de 2015 presentados por AENA (la sociedad anónima que gestiona los aeropuertos y helipuertos de interés general del Estado en España) muestran un aumento del 8,2% en el transporte de carga aéreo, un dato que habla del crecimiento y el futuro prometedor de ese sector.
Este tipo de transporte también lo utilizamos en Bilogistik, junto al barco o el transporte por carretera, para dar a nuestros clientes la solución logística óptima para el transporte de sus mercancías. Y es que el transporte aéreo aporta a nuestros clientes una mayor rapidez, con lo que ofrecemos tiempos de entrega más cortos. Somos conscientes de que la urgencia es un factor clave en muchas de las expediciones de cargamentos, por eso contamos con una gran red de colaboradores a nivel internacional que nos ayudan a mejorar la rapidez de nuestro servicio día a día.