Bajo el acrónimo inglés Ro-Ro se esconde el funcionamiento de los buques o embarcaciones que transportan cargamento rodado, es decir, automóviles, camiones o vehículos industriales. Su nombre largo es “Roll On-Roll Off” y proviene de la acción de la carga (roll on) y descarga (roll off) de estos vehículos a través de rampas que pueden venir de serie en el barco o estar fijas en el puerto. Estas rampas hacen posible la carga y descarga de los vehículos a través de popa o de popa y proa, en un proceso fácil y rápido.
El concepto de carga rodada se entiende mejor si lo contraponemos a los buques Lo-Lo (“Lift On-Lift Off”), que requieren de una grúa para levantar y aterrizar un cargamento en su interior. Con el Ro-Ro, en cambio, los vehículos acceden al buque por sus propios medios.
Por el lado del tipo de carga, también hay que distinguir Ro-Ro del concepto Ro-PAX, que son buques similares pero aptos para pasajeros; lo que conocemos comúnmente como ferrys. También hay que diferenciar los buques Ro-Ro que admiten todo tipo de vehículos y maquinaria, de los llamados Car Carriers, que sólo admiten coches. Sin olvidarnos del Ro-Lo, un híbrido de Ro-Ro y portacontenedores que cuenta con dos cubiertas, cada una dedicada a un sistema de carga.
El Ro-Ro en el transporte multimodal
Los buques Ro-Ro permiten a los operadores de transporte terrestre extender su radio de acción embarcando camiones y remolques. Camiones completamente cargados pueden ser transportados por estos barcos y proseguir su ruta por carretera una vez desembarquen en el puerto de destino.
De este modo, el Ro-Ro supone una garantía para el transporte multimodal y proporciona una ventaja logística al agilizar operaciones y minimizar las averías por estiba y desestiba. Todo ello deriva en un servicio más rápido, porque se eliminan pasos en el manejo de la carga; y más seguro, ya que se evita la intermediación de maquinaria como grúas pórtico o reach stackers. También se trata de un sistema más eficiente, reduciendo los gastos en gasolina, vehículos y conductores.
Orígenes del Ro-Ro
Hasta mediados del siglo XIX, los vehículos eran cargados en barcos como cualquier otra mercancía. Vaciaban sus depósitos, desconectaban sus baterías y las grúas los introducían en las bodegas, donde eran amarrados para evitar su desplazamiento. Se trataba de una operación tediosa y llena de riesgos para la integridad de los vehículos.
En 1849, la construcción del primer ferry para trenes en Escocia y durante la Segunda Guerra Mundial, los buques LST (Landing Ship Tank), de transporte de vehículos, carga y tropas, sentaron las bases del Ro-Ro. En 1956 se construyó el primer Ro-Ro diseñado como tal, el Searoad of Hyannis, con capacidad para transportar tres camiones entre Massachussets continental y la Isla de Nantucket.
Ro-Ro vs. contenedores
Un contenedor marítimo ISO homologado puede perfectamente llevar vehículos en su interior. Sin embargo, llevar un vehículo dentro de un contenedor no es lo más aconsejable, a menos que transportemos pocas unidades o queramos enviarlos en combinación con otro tipo de mercancías en un mismo contenedor para aprovechar su espacio al máximo. En cualquier caso, el Ro-Ro no tiene rival cuando la cantidad de vehículos es significativa y por ello es de uso habitual para las empresas fabricantes o exportadoras de automóviles.
La carga Ro-Ro elimina muchos costes derivados de la intermediación, es decir, de la carga, descarga y estiba del contenedor. Por si fuera poco, el proceso de carga y descarga de los vehículos en el buque es mucho más ágil. Además, el tratamiento de un vehículo dentro de un contenedor es diferente, pues generalmente será considerado mercancía peligrosa. Esto abre la puerta a exigencias de documentación y aduanas mucho más estrictas de las que requiere el mismo vehículo si viaja en la bodega de un barco Ro-Ro.
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