El sector logístico necesita encontrar nuevas formas de transporte y gestión de mercancías para hacer frente a las necesidades que demanda un contexto económico, como el actual, en el que impera la deslocalización económica, en el que tiende a una mayor limitación de stocks y un aumento continuo de demanda en cualquier parte del mundo. Una de las fórmulas que se han encontrado, y con la que se obtiene grandes resultados, es el puerto seco.
Un puerto seco es una terminal logística intermodal situada en el interior de un país, conectada directamente mediante ferrocarril con un puerto marítimo y también con sus posibles destinos finales. Además de la evidente mejora en las conexiones del interior hacia la costa de un país, ofrece otra ventaja frente a terminales de características similares al permitir, en su recinto, la instalación del despacho de aduanas, agilizando así los trámites y acelerando el proceso de transporte.
Mediante los puertos secos se consigue una gran optimización del acarreo de mercancías, ya que al disponer de rápidos enlaces con distintos modos de transporte aumenta la personalización de los pedidos. Esto depende de las características de la carga, del cliente o del envío. Una de las claves de este tipo de terminales es su carácter intermodal, del que ya hablamos en el blog, que consiste en la articulación de distintos modos de transporte utilizando las mismas unidades de carga (contenedores, cajas móviles o semirremolques).
El carácter intermodal de los puertos secos permite mejorar la gestión de los medios de transporte y ahorrar costes, al limitar la intervención de mano de obra tanto en la manipulación como en el acarreo de mercancía. Además, en este tipo de transportes se precintan todas las unidades de carga hasta el destino final, con lo que aumenta la seguridad de los envíos evitando posibles pérdidas o robos.
Puerto seco de Pancorbo, terminal del Puerto de Bilbao
El Puerto de Bilbao goza de características que lo convierten en un atractivo centro de logística para el transporte de mercancías. Su posición geográfica hace que este muelle esté considerado como puerta de entrada del tráfico marítimo proveniente de América, además de contar con muy buenas conexiones tanto con la Península como con Francia y el resto de Europa. Además, la gran capacidad que posee para albergar buques de todo tipo de calado y las diferentes posibilidades de conexión con otros puertos marítimos hacen que el Puerto de Bilbao se haya convertido en el centro neurálgico de transportes en el norte de la Península Ibérica.
Para mejorar el servicio, la Autoridad Portuaria de Bilbao está gestionando desde 2010 el desarrollo de un puerto seco que, se prevé, verá los primeros rayos de luz el próximo año. Una inversión de unos 38 millones de euros que está tomando forma en la localidad burgalesa de Pancorbo, a menos de una hora de Bilbao.
La administración bilbaína adquirió hace seis años cerca de 480.000 m2 en el polígono El Prado, entre la nacional N-I y la autopista AP1 Vitoria-Burgos-Madrid. El proyecto de la Terminal Logística Ferroviaria de Pancorbo (TELOF) cuenta con financiación europea y lo están llevando a cabo varias UTE encargadas de las obras de conexión ferroviaria y de las vías de servicio, además de la urbanización de la terminal logística ferroviaria.
La primera fase del proyecto estará en funcionamiento a finales de año o inicios del próximo, aunque las conexiones ferroviarias ya están preparadas. Esta línea está dotada del ancho de vía ibérico aunque permite la posibilidad de migrar al ancho internacional para mejorar la comunicación. La Terminal Logística Ferroviaria dispone de dos vías de carga y descarga, una vía mango, una vía de recepción/expedición y una superficie de almacenamiento de 30.000 m2 ampliables a medida que avance el proyecto.
Al concluir el proyecto la superficie disponible será de un total de 500.000 m2, aunque el inicio de la actividad en el puerto seco comenzará con menos de la mitad de la capacidad que estará disponible en el futuro.