Excitantes noticias para la logística europea. El pasado 7 de enero, el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo han llegado a un acuerdo sobre el nuevo Reglamento por el que se establece un entorno de Ventanilla Única Marítima Europea. El acuerdo se conoce por las siglas EMSWe, que responden al nombre inglés de la ventanilla única, «European Maritime Single Window environment».
La ventanilla única se define como un sistema que permite a las partes involucradas en el comercio y el transporte presentar información y documentos estandarizados con solo un punto de entrada para cumplir con todos los requisitos reglamentarios relacionados con la importación, exportación y tránsito. En la práctica, esto elimina la obligación de rellenar la misma documentación al llegar a cada puerto por el que se transite.
El nuevo entorno de la ventanilla única marítima de la UE se centra en los trámites aduaneros, pero su objetivo es más ambicioso. Se trata de facilitar a los operadores logísticos la presentación de la información requerida por la legislación tanto aduanera como no aduanera para movimientos transfronterizos de mercancías de la UE.
Digitalización y centralización
Para garantizar la competitividad y la eficiencia del transporte marítimo europeo, era necesario reducir la carga administrativa sobre los buques y centralizar los trámites con el objetivo de mejorar la eficiencia y la sostenibilidad medioambiental del tranposrte marítimo y contribuir a la integración del sector en la cadena logística digital multimodal.
Pero la particularidad no es solo la centralización, sino la digitalización. Así, si la información se transmite a una plataforma electrónica, los datos sólo deberán enviarse una vez, evitando duplicidades y copias innecesarias. De este modo, los avances tecnológicos han llegado a la logística europea para eliminar farragosas trabas burocráticas que complicaban innecesariamente las transacciones comerciales.
Historia de la ventanilla única marítima europea
Esta transición hacia la digitalización de los trámites aduaneros en el transporte marítimo comienza en octubre de 2010 con la Directiva 2010/65, Reporting Formalities Directive (RFD). Su objetivo era simplificar los procedimientos administrativos mediante la obligación a los estados miembros de crear una ventanilla única nacional (NSW) para todas las informaciones de los buques que llegan y salen de los puertos.
Esta directiva ya introducía el envío electrónico de información una sola vez para informar a diferentes autoridades. En ella se depositaron muchas esperanzas y contó con el trabajo de grupos de expertos en simplificación administrativa marítima y servicios de información electrónica, con participación de las administraciones marítimas nacionales, profesionales del transporte, aduanas y control de fronteras para ayudar a definir la ventanilla única en la práctica.
Sin embargo en 2016, la Comisión Europea concluyó en un estudio que los objetivos de la RFD no se lograron. Entre otros aspectos, aún existe un uso de informes en papel en más del 50% de los puertos, habiendo llegado la digitalización solo a ciertos países de la UE. De hecho, la ventanilla única está disponible solo en unos pocos países de la UE. Por si fuera poco, la armonización a nivel europeo apenas ha avanzado, ya que el NSW que ha implementado cada país es diferente.
Por lo tanto, de las buenas intenciones del proyecto de Ventanillas Únicas Nacionales, el impacto positivo es mínimo para la industria del transporte marítimo. Esta es la situación a la que la EMSWe quiere dar un giro drástico, comenzando por armonizar las ventanillas únicas nacionales ya existentes.
Recepción de la ESPO
La Organización Europea de Puertos Marítimos (ESPO) ha acogido con satisfacción el acuerdo, que supone, en palabras de su secretaria general Isabelle Ryckbost «un verdadero avance para el sector marítimo y logístico» y un compromiso claro «en favor de la simplificación administrativa y de una cadena de suministro más eficiente». Ryckbost también ha puesto en valor la agenda de digitalización de muchos puertos europeos, en consonancia con los objetivos del acuerdo.
El acuerdo alcanzado para la EMSWe debe aún ser formalizado en profundidad por el Consejo y el Parlamento Europeo, pero se espera su aplicación a partir de 2025 (seis años después de su entrada en vigor).